Bien, lo que necesitaremos será:
-Palitos salados (de esos que se parecen a los pretzels)
-Media taza de azúcar moreno
-1 taza y media de harina
-Una pizquita de sal
-Media taza de mantequilla (También vale margarina)
-1 cucharadita de extracto de vainilla o vainilla en polvo
-2 cucharadas de agua
-Pepitas de chocolate para fundir
-Azúcar
-Glaseado de color
Bueno, primero empezaremos haciendo la masa que servirá de "cerdas de la escoba". Mezclamos y batimos bien el azúcar moreno y la mantequilla hasta que quede bien mezclado, añadimos las cucharadas de agua y el extracto avainillado, y, por último, la harina y la sal. Mezclamos y trabajamos bien la masa hasta que quede bien compactada, suave y homogénea. A continuación, cogemos un poco de masa y hacemos una pequeña bolita, que aplastaremos un poco. Ahora haremos esos "pelillos" de la escoba, las cerdas, presionando con un tenedor sobre la bola aplastada, ¡como con las empanadillas, sí! Hacemos esto hasta que se nos acabe la masa, y colocamos un palito por la parte de atrás de cada bolita, por donde no hemos hecho la marca con el tenedor. Ponemos las galletas en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear y las cocinamos en el horno, precalentado a 175, durante 5-7 minutos, hasta que estén doradas. Las dejamos enfriar y mientras, fundimos las pepitas de chocolate para fundir. Decoramos las escobas, vertiendo el chocolate fundido en una manga pastelera o simplemente con una cucharilla, con cuidado. En cualquier caso, pondremos un poco de chocolate desde donde acaban las marcas hasta donde acaba la escoba y empieza el palito salado. Por último, espolvorearemos azúcar por el chocolate, para darle un poco de brillo y que quede más llamativo, aunque también podemos hacerles un lacito con glaseado. ¡Y ya las tenemos! ¡Nuestras
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