¿Sabéis de esos pastelitos de muchos colores que son como dos galletas, y en el medio tienen relleno? Se llaman macarons, y tienen su origen en la antigua Italia de la Edad Media. Sí, sí... ¡ya existían en el Medievo! ¡¿Os imagináis a caballeros medievales comiendo macarons?! Bueno, y luego en el Renacimiento, según se cree, se trasladaron a Francia. Otros dicen que ya se habían inventado allí, pero... ¡El caso es que están para chuparse los dedos, y hoy los vamos a hacer aquí, en Sweet & Sugared!
Estos son los ingredientes que usaremos para la masa:
-30 gr. de azúcar
-60 gr. de almendras molidas
-50 gr. de claras de huevo (1 clara aproximadamente)
-Colorante alimenticio
Para hacer el relleno de nuestros macarons necesitaremos:
-125 gr de mantequilla
-160 gr de azúcar glass
-Una pizca de extracto de vainilla
-2 cucharadas de leche
-Colorante
¡Empezamos! Primero tenéis que mezclar las almendras con el azúcar glass. Yo os recomiendo hacerlo a mano, aunque si tenéis un tamiz con agujeros un poco grandes, también lo podéis hacer. Pero nunca lo hagáis con un colador o con un tamiz pequeño, ¡os lo digo por experiencia! Lo más importante es que no quede ni un solo grumo en la mezcla. Dejaremos reposando esa mezcla, de momento. A continuación, montaremos la clara con la batidora a punto de nieve, es decir, que quede como si fuera un merengue, muy blanca. Para averiguar si está lista, damos la vuelta al recipiente, y, si no se cae ni se mueve, como si estuviera pegada, es que está lista. Luego iremos incorporando el colorante, y después la mezcla de antes y el azúcar, sin parar de remover, hasta que la mezcla esté lista.
¿Y cómo saber si la mezcla está lista? ¡Atención! No tiene que quedar líquida, sino espesa. ¡Ojo, tampoco una masa como la de la pizza o la de bizcocho! Tiene también que quedar algo viscosa. Si la veis todavía muy líquida, añadid un poco más de almendras molidas. ¡Es como un puré de patatas muy espeso! ¡De los que se quedan pegados a la cuchara! Así es la masa de nuestros macarons, chicos.
Bien, después de ese consejo IMPORTANTÍSIMO sobre la masa, rellenaremos una manga pastelera (con boquilla redonda) con la mezcla de macarons, y haremos círculos en una bandeja de horno con papel anti-adherente. Precalentamos el horno a 150ºC con calor arriba y abajo, y dejamos reposar los macarons durante unos 20 min. Ahora los metemos al horno otros 15-20 min, con cuidado de que no se nos quemen. La textura tiene que ser como la del merengue. Mientras tanto, haremos el relleno, que será de buttercream de vainilla. Mezclamos todos los ingredientes del relleno que mencioné al principio de la entrada y removemos bien. Cuando hayamos sacado los macarons del horno, rellenaremos la manga pastelera con la buttercream, y pondremos a los macarons por parejas (recordad que son dos galletas más el relleno, como un helado de sandwich). A continuación ponemos relleno en uno de cada dos macarons, colocando el otro encima, a modo de tapa. ¡Y ya tenemos nuestros coloridos macarons franceses! ¡Oh, là, là!
¡Empezamos! Primero tenéis que mezclar las almendras con el azúcar glass. Yo os recomiendo hacerlo a mano, aunque si tenéis un tamiz con agujeros un poco grandes, también lo podéis hacer. Pero nunca lo hagáis con un colador o con un tamiz pequeño, ¡os lo digo por experiencia! Lo más importante es que no quede ni un solo grumo en la mezcla. Dejaremos reposando esa mezcla, de momento. A continuación, montaremos la clara con la batidora a punto de nieve, es decir, que quede como si fuera un merengue, muy blanca. Para averiguar si está lista, damos la vuelta al recipiente, y, si no se cae ni se mueve, como si estuviera pegada, es que está lista. Luego iremos incorporando el colorante, y después la mezcla de antes y el azúcar, sin parar de remover, hasta que la mezcla esté lista.
¿Y cómo saber si la mezcla está lista? ¡Atención! No tiene que quedar líquida, sino espesa. ¡Ojo, tampoco una masa como la de la pizza o la de bizcocho! Tiene también que quedar algo viscosa. Si la veis todavía muy líquida, añadid un poco más de almendras molidas. ¡Es como un puré de patatas muy espeso! ¡De los que se quedan pegados a la cuchara! Así es la masa de nuestros macarons, chicos.
Bien, después de ese consejo IMPORTANTÍSIMO sobre la masa, rellenaremos una manga pastelera (con boquilla redonda) con la mezcla de macarons, y haremos círculos en una bandeja de horno con papel anti-adherente. Precalentamos el horno a 150ºC con calor arriba y abajo, y dejamos reposar los macarons durante unos 20 min. Ahora los metemos al horno otros 15-20 min, con cuidado de que no se nos quemen. La textura tiene que ser como la del merengue. Mientras tanto, haremos el relleno, que será de buttercream de vainilla. Mezclamos todos los ingredientes del relleno que mencioné al principio de la entrada y removemos bien. Cuando hayamos sacado los macarons del horno, rellenaremos la manga pastelera con la buttercream, y pondremos a los macarons por parejas (recordad que son dos galletas más el relleno, como un helado de sandwich). A continuación ponemos relleno en uno de cada dos macarons, colocando el otro encima, a modo de tapa. ¡Y ya tenemos nuestros coloridos macarons franceses! ¡Oh, là, là!
